RESPIRACIÓN Y SUELO PÉLVICO

19.07.2021


Cuando tomamos aire el diafragma se contrae y baja, se expanden las costillas, la musculatura abdominal se co-activa (excéntricamente) y se expande al igual que el suelo pélvico.

Muchas veces la respiración no logra llegar a todos los niveles y se torna superior permanentemente sobrecargado el trapecio, los escalenos, el angular, el ecom. Todos músculos del cuello que pueden dar sintomatologías como dolor de cabeza, rigidez, sensibilidad nerviosa, etc. 

Otras veces se realiza una respiración paradójica, cuando el tórax y abdomen se tienen que expandir, se hunde el abdomen....cuando tomamos aire el obligo va para adentro.

Cuando inspiramos el suelo pélvico tiene que resistir la presión que se genera y al expulsar contraer para favorecer la reposición de la vísceras y la salida del aire. Si nuestra respiración es superior la musculatura del suelo pélvico tiende a debilitarse por desuso, porque no completa los rangos de movimiento.

La falta de activación correcta cuando respiramos puede generar

  • Perdida de la estabilidad lumbo-pélvica-cadera
  • Tensión en diafragma y/o suelo pélvico, con síndromes dolorosos
  • Disminución del volumen del aire que entra y sale
  • Distensión del abdomen y estreñimiento
  • Movilidad visceral (vejiga, útero, intestino) que junto a la debilidad muscular favorecen las incontinencias y prolapsos.

Es fundamental la evaluación de todas las estructuras implicadas y reeducar el patrón respiratorio para comenzar a rehabilitar la musculatura y la estabilidad.   

Barrios Amorín 964 esq. Gonzalo Ramírez
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